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Gerardo Cinzano:

“Como no hay rampa, la gente hace el cruce clandestino, y eso es muy peligroso”

“La página surgió a partir de la idea de crear un medio a donde los vecinos puedan acudir para compartir los reclamos y ser escuchados”, resume Gerardo Cinzano, sobre el origen de “El Jagüel Crece”, la página de Facebook que creó hace dos años junto a otros dos vecinos. Hoy cuentan con más de 11 mil seguidores, y la portada de su biografía replica el reclamo para que todos los que accedan a esa primera página ya estén informados acerca del incumplimiento de la ley 24.314 de Accesibilidad de personas con movilidad reducida.

 

Pero no fue éste el reclamo que llevó a la creación del grupo. “Nos unimos para acompañar el pedido de vecinos y comerciantes para que se cambie el sentido de la calle Evita, desde el 300 al 700. El tránsito que se generaba en este centro comercial hacía que la zona sea un descontrol”, recuerda el vecino. “El Jagüel Crece” se involucró enviando notas y cartas a la Municipalidad. “Buscamos ejercer una presión desde el lado del vecino”, agrega Cinzano. Y para enero de 2019, lo habían logrado: la calle Evita ahora es mano única.

 

El pedido por accesibilidad es el que tiene mayor permanencia en su agenda. “Hicimos de todo: juntamos firmas, nos reunimos en la estación para una marcha, hablamos con los medios. Es un tema engorroso”, expresa. El pedido resonó en la página poco después de sus inicios, a pesar de que el reclamo por la calle Evita ocupaba un primer plano entonces. “Ayudamos porque es algo que afecta en cuestiones muy cotidianas. Al no haber rampas esto perjudica a mamás con cochecitos y nenes, adultos mayores y personas con discapacidad motriz que no pueden estar bajando y subiendo tantas escaleras, porque la estación es muy alta”, señala Gerardo. Además, incluye en el pedido a aquellas personas que utilizan los pasos de la estación para acceder al otro lado de la vía: “Para hacerlo tenés que, sí o sí, bajar por escalera para poder cruzar por el túnel. Es por eso que hay gente que hace el cruce clandestino, y eso es muy peligroso”, agregó.   

 

Y lo peor, destaca el vecino, es que la gente se acostumbró. Gran parte de los habitantes de El Jagüel quitó a la estación de su vida cotidiana porque no pueden acceder. “Entonces es común que gente que vive a una cuadra de la estación, por ejemplo, elija irse para Monte Grande o Ezeiza así puede ingresar de manera cómoda y, sobre todo, segura”, cuenta. 

 

Entonces no es sorprendente que la gente haya acompañado abrasivamente el pedido. Los testimonios aparecían en cantidad y la inquietud se difundió por las redes entre los vecinos de la región. Al mismo tiempo, una abogada los asistió en la confección de un reclamo que posteriormente enviaron a Trenes Argentinos, señalando la importancia de la obra en el lugar. “Nos respondieron simplemente que el trabajo no estaba en los planes del período 2017/2018. Nunca desistimos con el reclamo, pero siempre recibimos la misma respuesta y, encima, mientras hacen arreglos estéticos en estaciones aledañas. Fuimos a Defensoría del Pueblo de la Nación y nos dijeron que lo presentaron. También le pedimos a la Municipalidad que apoye el reclamo”, dijo el vecino, y agregó: “Pero actúan uno al lado del otro. La verdad, si no hay una voluntad desde el barrio, no te dan bola”.  

 

A pesar de los diversos obstáculos que se les presentan en el camino a obtener el cumplimiento de las leyes nacionales (y un Convenio Internacional de la ONU), Cinzano promete que no se van a rendir. “En marzo hicimos otra juntada de firmas y convocatoria en la estación. Hay que seguirlo en la calle, por eso seguramente nuestra próxima movida será hacer otra marcha o convocatoria en horarios transitables, para que todos los afectados (entre los que hay nenes y jóvenes en edad escolar) puedan asistir y colaborar”, promete. Y concluye: “Esto es algo para lo que hay que luchar e ir a pelearla”. 

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